Los cementerios son grandes elementos arquitectónicos que además de mostrar hechos históricos, también desvelan la cultura y costumbres del lugar. Son la huella del paso del tiempo.
El interés por visitarlos ha dado lugar a una nueva forma de turismo, el necroturismo, que ha hecho que estos recintos donde antes solo habitaba el dolor y la añoranza, ahora estén llenos de curiosos y turistas interesados en saber un poco más sobre la tradición sepulcral.
A tenor de esto hemos hecho una selección (*) de algunos de los cementerios más interesantes de Europa:
Cementerio de Père-Lachaise, París
El famoso Cementerio del Père-Lachaise parece más un majestuoso parque que un camposanto. Es un cielo pacífico alejado del bullicio de la capital, y recibe alrededor de dos millones de visitantes anualmente. En él descansas celebridades como Marcel Proust, Jim Morrison, Oscar Wilde o Édith Piaf.
Cementerio Central, Viena
Impresionantes estatuas de ángeles y de esfinges misteriosas velan las tumbas de algunas figuras importantes, como los compositores Brahms, Beethoven y Schubert, así como el músico austríaco Franco. Al entrar en la sección judía del cementerio, sus estrechos y descuidados caminos se entretejen alrededor de lápidas erosionadas y templos.
Cementerio de Highgate, Londres
Romántico, salvaje y arrasado por el paso del tiempo, donde el musgo y la hiedra trepan por las tumbas y lápidas, el Cementerio de Highgate de Londres es uno de los cementerios más famosos y sirve de lugar de reposo final al economista Karl Marx y al famoso autor de la “Guía del Autoestopista Galáctico”, Douglas Adams.
Cementerio Judío, Praga
En el siglo XV, el Cementerio Judío de Praga estaba confinado a un minúsculo solar en el Distrito Judío de la ciudad, y desde entonces se han acumulado en este pequeño espacio hasta 12 estratos de tumbas. Se puede acceder al cementerio desde el mundialmente conocido Museo Judío de Praga. Hoy en día es uno de los cementerios más famosos y visitados de Europa.
El Cementerio Alegre, Săpânța
En lugar de tumbas grises, hay alrededor de 800 cruces de madera en la tierra del Cementerio Alegre, donde la muerte se toma con mucho humor. Cada una de las cruces está pintada individualmente y representa al fallecido en una escena de su vida cotidiana, con un ingenioso epitafio o poema sobre su vida.
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(*) No apta para miedosos.