El encanto del “viejo continente” reside, en gran medida, en la grandeza de los hechos históricos que en él se han vivido y la huella que estos han dejado en cada uno de sus pueblos y ciudades.
Parafraseando a Samuel Johnson: “Viajar sirve para ajustar la imaginación a la realidad, y para ver las cosas como son en vez de pensar cómo serán” a lo que nos permitimos añadir, o como fueron. Por lo que viajar por Europa es una excelente oportunidad de conocer in situ algunos de los hechos más relevantes de la historia. Las rutas en coche son una opción calmada y placentera para descubrir el continente, más allá de sus lugares más icónicos y turísticos.
A continuación os proponemos 5 rutas imprescindibles para coger el coche y escaparse por la vieja Europa:
1. Las gargantas de Verdon, Francia
La carretera comarcal D952 es una auténtica maravilla. Desde la población de Castellane pse puede llegar hasta Moustiers-Sainte Marie recorriendo las imponentes gargantas de Verdon. Se trata de una parque natural con múltiples posibilidades de senderismo y de admirar el curioso perfil de las montañas cortadas por la erosión del viento durante milenios. El lago de Sainte Croix le añadirá el reflejo de las montañas y un toque de frescor al viaje.
2. Ruta de los pueblos blancos, Andalucía (España)
Desde Jerez de la Frontera, siguiendo la A-382 en dirección a Arcos de la Frontera hasta llegar a El Bosque y Grazalema. La A-383 lleva a Beanocaz y Ubrique donde termina la circular que devuelve a la A-382 en dirección al punto de inicio en Jerez de la Frontera. Bosques frondosos, pueblos blancos, bellamente decorados con sus flores y calles inmaculadas que parecen competir entre ellos para ser los más bellos de la provincia.
3. Del lago Garda a Cortina d’Ampezzo, Italia
Por las carreteras secundarias SS45bis y SP235 se puede disfrutar de la magia de las Dolomitas sin necesidad de bajarse del coche. Las estupendas vistas a la Marmolada serán inolvidables en este circuito de unas tres horas de duración.
4. De Campdevànol a Guardiola del Berguedà, Catalunya (España)
La carretera B-402 es una de esas rutas poco transitadas que merece la pena descubrir. La mayoría tiende a cruzar la sierra del Cadí por el túnel que lleva el mismo nombre, no obstante, si se tiene tiempo y se quiere disfrutar de las vistas, esta carretera une las comarcas del Berguedà y del Ripollès con el Montgrony como una de las atalayas más bonitas del prepirineo con vistas al magnífico Pedraforca.
5. El interior de Madeira, Portugal
De Curral Das Freiras al pico de Arriero hay que pasar por Funchal a medio camino. Puede hacerse en dos jornadas o en una sola dependiendo del tiempo y del clima. Se trata de una distancia de poco más de 30 kilómetros que entre la niebla, el paisaje volcánico y la sorprendente vegetación tropical da para mucho más que un simple trayecto.
Fuente: www.viajablog.com